Fuimos a Bedmar para ver este magnífico torreon que está en un entorno maravilloso. Además del torreón, que es lo que queda del antiguo castillo de Cuadros, se pueden visitar tanto el Monasterio de Cuadros como la Cueva del Río Cuadros. La subida hacia el torreón se hace por un carril de gravilla que no está demasiado mal, pero en el que es difícil darle la vuelta al coche una vez que estás arriba, pero se puede, con cuidadito, se puede.
Al principio del camino, hay un hostal rural, en el que te pueden facilitar la llave para entrar dentro del torreón y subir a la azotea. Luego cuando bajas, devuelves la llave para el siguiente visitante. El Torreón de Cuadros se encuentra bien rehabilitado y dentro tiene una escalera de caracol metálica que da acceso a otra escalera metálica para subir a la azotea y disfrutar del entorno paisajístico en plena Sierra Mágina. El torreón tenía tres plantas, la de abajo de tan solo 1.55m de altura dedicada a almacenes. Tanto la primera como la segunda plante tenían techumbre de madera y aún se pueden ver los mechinales en su interior. La tercera tenía una cúpula semiesférica.
La torre ha perdido las almenas y el parapeto de la terraza. El encuadre de las saeteras y de la puerta de entrada son de sillería. El resto del edificio está construido con mampostería con hiladas regulares. Delante de la entrada a la torre, había una plataforma cerrada por un parapeto, que desapareció al hacer la escalera de acceso actual. El Castillo de Quadros aparece citado en 1260 en un documento de Alfonso X. La torre fue construida por los cristianos sobre una edificación musulmana del siglo XII, probablemente en el siglo XIV.
A finales del siglo XVI en las Relaciones de Felipe II, que era un documento estadístico en el que se reflejaron todas las fortalezas del reino, sólo se menciona el torreón junto a la ermita de Nuestra Señora de Quadros.
¡¡Conoce y vive España!!
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