Estamos ante un castillo peculiar, con un gran recinto que ha sido reutilizado en varias funciones. Por un lado, dentro del recinto se encuentra la Parroquia de Santa María que ha reutilizado la Torre del Homenaje como campanario. Por otro tenemos el mercado de abastos de la localidad, que se sitúa dentro del recinto del castillo, aunque para ello, en 1913 desmontaron un trozo de muralla. Y, al fondo tenemos toda una plaza de toros, del siglo XVIII, que ocupa una gran parte del recinto, adosado a las muralla interiores que todavía se pueden ver. Lo que es el castillo en si, es visitable, todos los días en horario de mañana y tarde, aunque, nosotros llegamos muy tarde y solo pudimos ver algo de lo que queda por fuera, que no es mucho.
Cuando desaparecen los templarios, en 1308, el rey castellano exige la entrega de varias poblaciones entre las que se encuentra la población de Frenegal y su castillo. Los templarios no acatan la orden y el Concejo de Sevilla manda un ejército para recobrar la villa por la fuerza. Al año siguiente, Frenegal es concedido a Gonzalo Sánchez de Troncones por su participación en el sitio de Algeciras y lo mantiene en su poder hasta su fallecimiento.
Es entonces cuando pasa a poder del Concejo sevillano ya que formaba parte de la línea defensiva que protegía por el norte a la capital andaluza de las incursiones de las huestes portuguesas. Por tanto tenemos la circunstancia de la pertenencia de la villa al Concejo de Sevilla pero que pertenecía al Obispado de Badajoz hasta que en 1833 la nueva división provincial de Javier Burgos incluye a Frenegal de la Sierra en Badajoz.
La estabilidad política del país hace que el castillo sea abandonado durante el siglo XVI y, no fue hasta la Guerra de la Independencia que el castillo se refortifica, es en ésta época cuando se construye el almenado. El recinto es poligonal y las siete torres son todas cuadradas menos una que es pentagonal. La plaza de toros es edificada en el edificio una vez perdida su función militar para que sirviera de fuente de ingresos para el mantenimiento del culto a la patrona de la ciudad, La Virgen de los Remedios, para ello, el Mayordomo de la Virgen, se pone en contacto con el Concejo sevillano, propietario en esas fechas del recinto, para su construcción iniciada en 1794.
La propiedad del coso taurino es municipal y de algunos vecinos que, ante la falta de recursos económicos del consistorio, acepta la colaboración económica de particulares a cambio de la propiedad de 19 palcos. En 1922, se otorgan en propiedad nuevos palcos hasta un total de 51. El castillo fue fabricado en piedra, sillería en las esquinas y mampostería en el resto. Las piedras utilizadas en su construcción se ha datado que pertenecen al yacimiento romano de Nertóbriga que sirvió de cantera para la nueva construcción. En los últimos años, se ha procedido a la restauración de los muros, sobre todo por la parte externa que presentaba graves desperfectos y se ha recuperado para visitas una de las salas interiores de la Torre del Homenaje.
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