Castillo de Miraflores en Alconchel (Badajoz) ⭐⭐⭐⭐☆

Es un castillo que nos gustó mucho pero, que hubo cosas que no nos gustaron como el hecho de que no disponga de visitas guiadas y que el interior ha sido profundamente reformado para hacer en su interior un albergue rural, que nunca se puso en funcionamiento, pero que ha "destrozado" el interior. Realmente no se como se encontraba pero lo que han hecho seguro que dista mucho de lo que previsiblemente podríamos encontrar originalmente. El castillo se encuentra en la población de Alconchel en la provincia de Badajoz.

Está construido sobre el cerro de Miraflores, de ahí su nombre. Es una fortaleza defensiva muy cerca de la frontera con Portugal, de alto valor estratégico dada su amplia visión de terreno desde sus muros y torres. Es visitable libremente. Su origen lo encontramos en el siglo XII. El cerro ya fue utilizado por romanos e incluso antes. Han aparecido en sus inmediaciones monedas visigodas que dan fe de la importancia del cerro en época prerromana. Posteriormente a visigodos y romanos, allí se establecieron los musulmanes, como así atestigua la etimología del nombre de Alconchel que significa concha, aunque no quedan vestigios en el castillo de esa época. Por tanto, el Castillo de Miraflores es de construcción cristiana.

La reconquista de Alconchel se debe a Alfonso I de Portugal en 1166 que inicia la reconstrucción del castillo. En 1145 pertenecía a Portugal y fue conquistada por el Reino de León a los portugueses. El Rey Fernando III, que fue el que unificó en un solo reino a Castilla y León, cedió la fortaleza a la Orden del Temple a la perteneció entre 1264 y 1312 año en que desapareció la Orden. Tras su desaparición, pasó a la Orden de Alcántara. Durante los siglos XIV, XV y XVI se llevaron a cabo distintas reformas del castillo dotándolo de muchos elementos defensivos, sobre todo para adaptarlo a la artillería, siendo dueño del castillo el Maestre de la Orden de Alcántara, Gutierre de Sotomayor. Durante esta época el castillo estuvo en numerosas ocasiones siendo testigo directo de numerosos enfrentamientos entre castellanos y portugueses.

El castillo dispone de diferentes recintos, adaptados al terreno alargado donde se asienta, dispuestos de forma concéntrica y ocupando la totalidad del cerro de Miraflores. Las mayores fortificaciones se situaron en los lugares que la orografía del terreno hacían más vulnerables. En la parte más elevada, se encuentra el cuerpo principal de la fortaleza, cuyo acceso es a través de una portada gótica con torres cilíndricas que sobresalen de la muralla. Éste recinto principal consta de un muralla almenada con aspilleras en el adarve, defendida por cubos en sus ángulos.

Dentro de éste recinto, hay otro, más importante, cuyo elemento principal es la Torre del Homenaje situada en el centro del patio, de planta cuadrada y tres pisos, coronada por unas almenas que hoy no se conservan. En los lados de la torre hay varias saeteras y ventanas. En éste recinto también se encuentran las dependencias residenciales. Hay vestigios de aljibes, mazmorras, capilla y otras dependencias.