Si amigos, hay muchos castillos de Peñaflor, uno Teruel, otro en Navarra, otro en la población de Peñaflor en Sevilla y, no se si alguno mas. En ésta ocasión nos centraremos en el de Cuerva, en el sur de la provincia de Toledo. El recinto se encuentra a las afueras de la población, cerca de la carretera y está completamente abierto por uno de sus lados, bueno, la forma del castillo es como la de un cuadrado y un triángulo juntos y lo que faltaría seria algo mas del triángulo. Incluso te puedes plantar con el coche en medio del recinto del que solo quedan en pie dos lados completos y de otro aproximadamente la mitad.
Como decía, por un lado tenemos la carretera que llega a Cuerva y, por los otros tres lados, se encuentra rodeado de campos de trigo y, una pequeña zona de maleza. Tiene tres torres redondas, dos de ellas rodeadas de una muralla barbacana casi desaparecidas. Se reconocen hasta tres plantas con profusión de ventanas, todas ellas acabadas con ladrillo en arco de cañón. Una de las torres, la del este es mas alta y, parece que por ahí la construcción es donde presentaba las tres plantas, el resto solo dos.
Podemos ver otros restos en las inmediaciones. No dispone de murallas defensivas ni saeteras, ejemplo de las construcciones de la época de Alfonso X, el Sabio en el siglo XIII. Fue adquirido por el adelantado de Cazorla, Juan Carrillo en el siglo XV que se lo vendió al padre de Garcilaso de la Vega, gran militar y mejor poeta. Mas que un castillo creo que estamos ante un palacio fortificado, con altos muros, varias torres y muchas ventanas que serían fáciles de franquear y, que por tanto me dicen algo del carácter no militar del recinto.
Más pruebas de ello es que no disponía de torre del homenaje, ni fosos, ni alguna muralla barbacana que lo protegiera, aunque si disponía de adarve y matacanes. Un quiero y no puedo diría yo. Es de propiedad municipal y no se encuentra rehabilitado sino que aguanta como puede. Los descendientes de Garcilaso, siguieron residiendo en Cuerva hasta el siglo XVII aunque el castillo estaba en ruinas y abandonado desde finales del siglo XVI siendo dueños los condes de Oñate. La fachada que le falta se demolió para obtener grava para hacer la carretera que pasa junto a él en 1881. Creo que sería hora ya de que la comunidad autónoma invirtiera unos €urillos para al menos conservar lo que queda y, que no acabe desapareciendo.
¡¡Ya sabes, conoce y vive España!!
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