Estábamos por la zona y esta ciudad prácticamente nos pillaba de paso para ir casi a cualquier sitio, además de que ahí estaba todo lo comercial de la zona, supermercados, centros comerciales, etc, por lo que circulando por muchos rincones de la ciudad nos percatamos de que había muchos grafitis, incluso que había rutas para verlos a todos y además conocer la ciudad. La verdad es que Carballo es una ciudad que no nos llamó especialmente la atención con ningún monumento, castillo, iglesia ni nada especial, tan solo atrajo nuestra atención con estos maravillosos murales y decidimos hacer alguna de las rutas.
La Ruta de Grafitis de Carballo, conocida como Derrubando Muros con Pintura, es uno de los proyectos de arte urbano más destacados de Galicia y de toda España. Surgió como una iniciativa para transformar la imagen de la ciudad, recuperar espacios degradados y convertir las calles en una galería de arte al aire libre. Su historia reciente, aunque moderna, tiene raíces en la tradición local de resistencia y renovación, de ahí el nombre del proyecto: una metáfora sobre romper los muros físicos y sociales a través del arte.
La iniciativa comenzó en 2014, impulsada por el Ayuntamiento de Carballo con el apoyo de artistas locales y colectivos culturales. Los “constructores” de esta ruta son muralistas que, año tras año, han ido dejando su huella con estilos muy diversos: desde el realismo hasta la abstracción, pasando por el surrealismo o el arte figurativo. Entre ellos destacan nombres reconocidos del panorama internacional, lo que ha convertido a Carballo en una referencia del arte urbano gallego.
El marco arquitectónico donde se desarrolla la ruta es el de una villa gallega típica, con edificaciones de varias alturas, calles amplias y un entorno urbano que mezcla lo antiguo y lo moderno. Los murales ocupan fachadas completas de edificios residenciales, muros de colegios, plazas y espacios industriales, integrándose con el paisaje urbano sin romper su armonía. Algunos de estos murales alcanzan dimensiones monumentales, lo que da una sensación de estar caminando por un museo sin techo. La arquitectura sirve aquí como soporte narrativo, como si cada muro contara una historia diferente sobre el pasado y el presente de Carballo.
En cuanto a su localización, Carballo está situado en el corazón de la comarca de Bergantiños, a unos 30 kilómetros de A Coruña y cerca de la Costa da Morte, una zona cargada de leyendas, naufragios y mitos antiguos. Aunque la Ruta de Grafitis pertenece de lleno al siglo XXI, se puede decir que sus conquistas son culturales y simbólicas: ha logrado transformar la percepción del espacio urbano, fomentar el turismo y fortalecer el sentido de identidad local.
Hoy la ruta se mantiene viva y en expansión. Cada edición del festival suma nuevas obras, y el mantenimiento de las antiguas es una prioridad para el municipio. Algunas piezas ya se han vuelto icónicas, mientras que otras cambian con el tiempo o se sustituyen, lo que refuerza la idea de que el arte urbano es dinámico. Como curiosidad, varios murales incluyen referencias a la cultura gallega, al mar, al trabajo campesino y a la figura femenina, elementos que definen la identidad de la región. Carballo ha pasado de ser una villa discreta del interior a convertirse en un referente cultural del noroeste peninsular, demostrando que los muros, en lugar de separar, también pueden unir.
¡¡Conoce y vive España!!
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