Como siempre, íbamos buscando un castillo, pero lo que encontramos es un recinto amurallado con muchos lienzos y torres, absorbidas por construcciones posteriores de casas particulares, adosadas a los muros de la antigua fortificación medieval. Construida en el siglo XIII por la Orden de Santiago, cuando la población pacense tuvo gran protagonismo, ya que llegó a ser sede del Tribunal de la Inquisición desde 1509. También fue capital del Priorato de San Marcos de León en el siglo XV. Las murallas que rodeaban la villa, tenían forma ovalada y coincidiendo con las calles principales se abrieron sendas puertas de acceso a la ciudad.
Al final, el crecimiento de la villa, fue dejando las murallas y torres adosadas a nuevas construcciones por lo que aunque esos muros se han conservado bien, al quedar dentro de las viviendas, apenas se pueden ver. Eso si, tomando alguna distancia, en algunos sitios, se pueden ver las partes altas de esos muros, coronados de almenas por encima de las casas. Los tramos más antiguos fueron mandados construir por el Maestre de la Orden de Santiago Lorenzo Suárez con sillarejo, mampostería y también se usó el tapial. Durante el siglo XV, el Maestre de la misma orden, Alonso de Cárdenas también realizó obras en la fortificación. A la Puerta de la Reina, se le dotó de un sistema defensivo muy eficaz.
La puerta más vistosa es la llamada de Montemolín que tiene un templete renacentista con la inscripción de 1577 que podría ser su fecha de construcción. Seguimos hacia el sur como nos indicaron para ver mas murallas, nosotros pasamos por la Puerta de La Reina, pero no se como, nos pasó desapercibida, aunque que leído que está desaparecida. Llegamos hasta un parque de forma de triángulo equilátero delimitado por los muros más importantes y visibles de la ciudad. El parque, además de muchas flores y una fuente (sin agua), acoge la figura "del tumbaito", estatua de bronce dedicada a la figura de Pedro de Cieza de León, conquistador y cronista del Perú de los Incas, que era natural de Llerena. Al parecer, según los más mayores, este lugar servía como zona de castigo y tortura, al contrario que ahora que es un bello espacio rodeado de grandes muros, una torre y un gran arco que da acceso a la ciudad y lugar de encuentro de grandes y pequeños tras la manida frase de "nos vemos en el tumbaito".
Llerena es una población de origen musulmán llamada Ellerena que ya existía en el siglo XI y que fue muy disputada entre árabes y cristianos por su situación estratégica. Fue ocupado definitivamente en 1243 por Pelayo Pérez de Correa, conquistador portugués que llegó a ser Maestre de la Orden de Santiago. Según la leyenda, la plaza ofrecía una gran resistencia ante las tropas cristianas, lo que las llevó a iniciar la retirada cuando, se les apareció la Virgen con una granada en la mano como símbolo de unidad, visión que espoleó sobremanera a la soldadesca haciendo que se consiguiera la victoria en la batalla.
Para conmemorar esta aparición, se construyó en la mezquita una iglesia dedicada a la advocación de la granada. Los Reyes Católicos mandaron construir sobre aquella primera iglesia, una más amplia que es la que hoy podemos contemplar con su campanario de estilo mudéjar. La ubicación en Llerena del Priorato de San Marcos de León y del Tribunal de la Inquisición, dio a la población un gran protagonismo por lo que en 1640, el rey Felipe IV le otorgó el título de ciudad.
¡¡Conoce y vive España!!
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