También llamado Castillo de la Mota. Nosotros no pudimos verlo por dentro al estar cerrado, fuimos bastante temprano y abría mucho más tarde y no pudimos esperar, pero lo tenemos pendiente para volver en otra ocasión porque, este castillo es merecedor de visitarlo por dentro e incluso hacer la visita guiada. Fue Archivo Real, Prisión en el siglo XVI, y muchas mas cosas que iremos desgranando. Es propiedad de la Junta de Castilla y León aunque la gestión turística pertenece al consistorio de la localidad. Es totalmente aconsejable concertar visita guiada con anticipación, si haces la visita por libre, no se puede acceder a muchas dependencias. Originalmente, donde hoy se ubica el castillo, el Cerro de la Mota, era donde se encontraba la población, hoy mucho más abajo del cerro que ocupa el monumento medieval.
Aunque en tiempos de Pedro I de Castilla ya existía un castillo aquí, el monumento actual, es del siglo XV, empezado a construir durante el reinado de Juan II, adaptándolo a la muralla exterior del siglo XII y se termina la Torre del Homenaje de 40m de altura reinando Enrique IV. Ya con los Reyes Católicos, se hace el foso y se le dota al castillo de la nueva tecnología de guerra, infraestructuras para la artillería. El castillo se encuentra fabricado con el típico ladrillo rojo de la zona, utilizándose la piedra tan solo en detalles como troneras o escudos. Un claro ejemplo de lo que se denomina Escuela de Valladolid.
Impresionante castillo, testigo de trifulcas y traiciones medievales que derivaron en guerras civiles que, parecía como si los epicentros de las mismas estuvieran en Medina del Campo, como en 1439, cuando el Infante de Aragón tuvo el dominio del castillo y el rey Juan II dominó la población y su palacio. Entonces el Infante de Aragón, mandó cerrar todos los portillos y puso guardas en las puertas y en la villa, dejando al rey encerrado en ella. Sin embargo, 1441 fue al revés, el rey sitió desde la villa el Cerro de la Mota donde los aragoneses sin provisiones y con un agua de mala calidad rindieron la plaza ante Juan II.
Durante la nueva guerra civil entre Enrique IV y su medio hermano Alfonso de Trastámara, el castillo era posesión del Arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo, que a pesar de que recibió el castillo del propio Enrique IV, cambia de parecer y se acerca al infante, y hace que el rey llegue a las puertas del castillo y, ante la negación de su alcaide a darle cobijo, lo sitia y lo toma por la fuerza. Tres años después, el castillo vuelve a estar en manos de los partidarios de Alfonso y, los partidarios del rey se encuentran en la villa, finalmente toda la villa cae ante el príncipe. Una vez fallecido Alfonso, es su hermana Isabel la que se hace con la villa y su castillo y firma Los Acuerdos de Guisando con su medio hermano Enrique IV, donde se recoge la posesión de la villa y su castillo por parte de Isabel, aunque poco después, Enrique IV entrega la villa a su hija Juana La Beltraneja, quedando La Mota en manos de un partidario del Rey, Alonso Fonseca arzobispo de Sevilla hasta la muerte de éste en 1473.
Tras el fallecimiento del arzobispo, los medinenses cercan La Mota con intención de derribarla. El sobrino del arzobispo, que comandaba la defensa del castillo, y viendo la imposibilidad de mantenerlo en su poder, pacta con los medinenses la entrega de la fortaleza al Duque de Alba que la retiene hasta 1475.
Durante la revuelta de Los Comuneros, también estuvo en liza la fortaleza y su villa, en una nueva guerra civil, ya que el castillo permaneció fiel a Carlos I y la villa era comunera, aunque en ésta ocasión la habilidad negociadora de su alcaide evitó que fuera tomado el castillo que no deja de ser objeto de acciones de guerra para su posesión. El monumento es de planta trapezoidal con dos grandes murallas, la barbacana exterior y la muralla interior. La entrada al recinto se efectuaba por dos grandes puentes, el segundo levadizo que comunicaba con un gran arco con el escudo de Los Reyes Católicos arriba.
Alrededor de la barrera se sitúa el foso, y en un nivel subterráneo se situaba la artillería. El recinto interior lo componen cinco torres y el patio de armas. Una de las torres es la del homenaje que alberga cinco plantas de las que las dos más altas se conservan del siglo XV. El castillo es un alarde de nueva tecnología antiartillería, gracias a que emplazaba sus defensas a ras de suelo para hacer disparos rasantes, muy dañinos para las fuerzas atacantes pero que, al tener un gran foso, las mismas se encontraban a 20m de altura y contaba con grades refuerzos para que los zapadores no pudieran dinamitar los muros e iniciar una brecha, también contaba con defensas para abatir a todo enemigo que osara permanecer en el foso, que era seco.
El castillo sufrió algunas remodelaciones durante la década de 1940 para albergar la Escuela de Mandos de la Sección Femenina, un centro donde las mujeres hacían el Servicio Social o sea, la mili de las chicas en la época del régimen. Hoy, además de ser recepcionista de visitantes, convive con un centro de formación de cursos y acoge congresos.
Aunque la Reina Isabel falleció en Medina del Campo, no lo hizo en el castillo, sino en el Palacio Real, lo cual a mi, por ejemplo me llevó a confusión. La población cobró gran importancia en la Baja Edad Media y llegó a albergar a mas de 20.000 almas (la misma población que ahora). Cuando el castillo fue convertido en prisión, sirvió de "alojamiento" a Hernando Pizarro o César Borgia. Todavía se pueden observar en sus muros y torres algunos impactos de artillería.
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