El Castillo de Lúa, también conocido como Torre de Lúa, es una fortificación medieval situada en el municipio de Rábade, en la provincia de Lugo, Galicia. Se levantó a orillas del río Miño, en una posición estratégica que permitía el control de un importante paso fluvial y terrestre. Está muy cerquita de la localidad costera de Rianxo, en el extremo norte de la Ría de Arousa. Tan solo quedan unas ruinas en la costa.
Su origen se remonta al siglo XIV, en un contexto en el que la nobleza gallega buscaba consolidar su poder con construcciones militares que aseguraran el dominio del territorio y de las rutas comerciales. El castillo fue mandado construir por la familia de los Gayoso, una de las más influyentes de la zona en aquella época. Como muchas fortalezas gallegas, pasó por manos de diferentes linajes y sufrió el impacto de las luchas internas entre nobles y la corona castellana. Durante la Baja Edad Media estuvo relacionado con episodios de enfrentamientos en los que participaron señores feudales gallegos que se resistían a perder privilegios frente al poder real.
Tras la revuelta irmandiña del siglo XV, como ocurrió con gran parte de las fortalezas de Galicia, el castillo fue parcialmente destruido y perdió buena parte de su importancia militar. En cuanto a su arquitectura, el Castillo de Lúa se concibió como una fortificación de planta cuadrada o rectangular, con una torre principal que actuaba como elemento de defensa y residencia al mismo tiempo. Hoy en día apenas se conserva en pie esa torre del homenaje, que sobresale entre las ruinas y se ha convertido en el emblema del conjunto. Las murallas y demás dependencias defensivas han desaparecido casi por completo, aunque se distinguen restos de cimientos y muros que permiten imaginar la estructura original.
Su localización, a las afueras de Rábade y junto al Miño, explica su relevancia estratégica, ya que controlaba un punto de paso obligado en el camino entre Lugo y A Coruña. También servía como puesto de vigilancia frente a posibles ataques y como refugio para la población de los alrededores. En su tiempo, fue un elemento central para el control de rentas, impuestos y comunicación en la comarca.
Hoy se conserva en estado de ruina consolidada, con trabajos de limpieza y protección que han permitido frenar su deterioro. Es un lugar de interés cultural y turístico, muy vinculado a la memoria histórica de la zona. Una curiosidad es que su nombre, Lúa, está relacionado con la parroquia en la que se encuentra, San Vicente de Outeiro de Rábade, y no con la luna como a veces se interpreta.
¡¡Conoce y vive España!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario