Visitamos El Castillo Íllora El Ojo Derecho de Granada. Preciosa fortaleza, muy completa, rehabilitada y con unas vistas hacia y desde el castillo impresionantes. Pero, ¿porqué esa coletilla de El Ojo Derecho de Granada? pues porque es una fortaleza de gran importancia estratégica en el sistema defensivo del reino nazarí, constituyendo una pieza clave en el poderío que emanaba de la Alhambra. Está en el centro de la localidad, y al llegar a la puerta, vimos que estaba cerrada. Al preguntarle a una vecina, nos dijo que llamáramos al ayuntamiento. Eso hicimos y entonces vino un hombre a abrirnos y enseñárnoslo, por un precio módico y además que nos acompañó y nos estuvo explicando todo. El Castillo de Íllora es la fortaleza nazarí más completa que se puede visitar después de la Alhambra.
La antigua Illurco, fue poblada desde la antigüedad por suevos, visigodos y más tarde por los árabes. El recinto ocupa un afloramiento calizo aislado por todos sitios, lo que lo hace inexpugnable y con una cualidades estratégicas y defensivas importantes. En el siglo XI, en época taifal, habría aquí un Hisn con los dos primeros recintos, para defender el territorio de alrededor. En época nazarí es cuando adquiere mayor relieve al configurar junto al Castillo de Montefrío, y al Castillo de Moclín, la segunda línea defensiva hasta 1245, año en el que son tomadas las fortalezas de Martos, Víboras, Alcaudete y Porcuna, convirtiéndose así en la primera línea de defensa del Reino Nazarí de Granada a partir de entonces y Es cuando se le dota de la mayor parte de las defensas, dotándolo de la muralla exterior del recinto durante el siglo XIV que fueron realizadas con mampostería.
Este castillo sufrió innumerables ataques cristianos, como en 1319, cuando los infantes Pedro y Juan de Castilla, toman la Villa de Íllora y, según dicen las crónicas, si se hubieran quedado otro día más, habrían tomado también el castillo, Aunque el infante Pedro, lo que quería era sitiar Granada "hasta que la ganasen, o morir sobrello". Luego, en 1341 Alfonso XI también ataca el castillo y en 1431 el Condestable de Castilla, Álvaro de Luna, realiza una importante incursión en la Vega granadina, siendo Íllora objetivo preferente. Pero fueron Los Reyes Católicos el 8 de junio de 1486 los que toman el castillo y la villa, nombrando a Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, como su primer alcaide. En este último ataque, el castillo sufre grandes daños causados por la artillería, que son reparados rápidamente.
En el siglo XVI se ciega la puerta que comunica el castillo con el adarve, se habilita otra puerta y, a finales de siglo se procede a la demolición de gran parte del conjunto defensivo. Sus ruinas han servido como cantera para otras construcciones e incluso, desde finales del siglo XVIII, el terreno fue explanado para usarlo como terreno de cultivo. Los tres recintos que componían la fortaleza estuvieron rodeados de murallas. El más elevado, el alcázar propiamente dicho, con muros y torreones de tapial y reforzados con mampostería. En algunos de los muros, quedan grandes almenas, pero del interior queda bien poco, tan solo un aljibe de hormigón que contaba con tres naves, con arcos de medio punto y muros interiores de ladrillo. La bóveda no se ha conservado. Otro aljibe fue cegado en el siglo XVI y, se ha conservado como una cámara del tiempo, intacta hasta su descubrimiento, vacío y sin colmatar de tierra, con las huellas de los distintos niveles de agua y que guardaba algunos elementos olvidados tras su abandono. No se ha conservado la torre del homenaje del castillo.
El segundo recinto amurallado, se sitúa en el lado oeste del primero y más abajo, era donde se ubicaba la villa quedando restos de lo que podrían ser viviendas. Estaba cercado por una muralla de tapial revestida con mampostería en algunos tramos. El tercer recinto, delimitado por la tercera muralla, de mampostería, con algunas, mas bien pocas, torres circulares y cuadradas alternativamente. El principal cometido de este tercer recinto es el de servir de acceso a la villa fortificada por una puerta en recodo, muy transformada y que se incrusta en una nueva puerta de mampostería con arco de ladrillo de origen cristiano. El acceso hasta la villa se hace a través de un adarve que llega hasta una torre que sirve a su vez de puerta. Hay un ultimo recinto, al oeste del castillo que correspondería al arrabal, cerrado también con muros de mampostería y una torre circular.
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