También llamado Castillo de Doña Berenguela. Es un castillo que se encuentra rehabilitado y que ha quedado muy bonito. No le pongo más estrellas porque se encuentra cerrado y no se puede visitar, según parece por obras de restauración en febrero de 2024. Nosotros tuvimos encima la mala suerte de que estaba lloviendo y lo vimos como buenamente pudimos por fuera. Todo el recinto está muy bonito porque, además al castillo lo rodea un parque con jardines en donde se encuentra también el Arco del Castillo que le da al monumento otro detalle más. Está situado en el centro de la población de Bolaños de Calatrava. Si algún día lo reabren, seguro que será una visita interesante.
Con la invasión árabe que se produjo en 711, los musulmanes llegaron a lo que hoy es bolaños y tomaron la fortaleza existente. Posteriormente la reedificaron, modificando su orientación y dotándolo de nuevas estructuras defensivas. El castillo, dio a la comarca una gran seguridad, por lo que se fue asentando a su alrededor la población musulmana. El castillo fue construido, con mampostería y ladrillos en vanos y bóvedas, por los árabes en el siglo XII y, como decía, está muy bonito, con una buena restauración. Su situación, en medio de una meseta, estaba en un cruce de caminos de este a oeste y entre Córdoba y Toledo, en la zona del Campo de Calatrava. Fue conquistado por los cristianos, perdido en la Batalla de Alarcos y, recuperado cuando los cristianos vencen en la Batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, esta comarca deja de ser frontera cristiano musulmana y se comienza a repoblar. Alfonso VIII se lo regala a su hija Doña Berenguela, como regalo de boda, de ahí el nombre del Castillo. También tiene un tercer nombre, el Castillo de San Fernando, el hijo de Doña Berenguela y posterior rey Fernando III, El Santo, que nació en éste recinto.
En el año 1229, Doña Berenguela le dona el castillo al la Orden Militar de Calatrava para que defendiera sus campos de los continuos ataques musulmanes, donación confirmada por Fernando III y posteriormente por Alfonso X. Los calatravos, convierten el castillo en la sede de la Encomienda de Bolaños en 1537, adaptando el recinto para funciones administrativas hasta 1825, año en el que abandonan la fortaleza. En 1520, se reparó para combatir el levantamiento de los comuneros contra Carlos I. En 1864, durante la desamortización de Madoz, el castillo es subastado, por lo que pasa a manos privadas hasta mediados del siglo XX que la Diputación Provincial de Ciudad Real lo adquiere y comienza a rehabilitarlo. Actualmente, el castillo es de propiedad municipal. El espacio lo destinó el ayuntamiento a eventos culturales hasta 2003, año en que una excavación arqueológica descubrió los restos del foso que rodea el castillo.
De estructura cuadrangular, originalmente con cuatro torres, una por esquina, de las que sólo quedan dos, y unidas por muros con adarves y almenas, rodeado todo el conjunto por un foso excavado en la roca, recuperado en dos de sus cuatro partes. En el interior han desaparecido todas las construcciones que, una vez se cimentaron directamente en la roca, conservándose aquellas que fueron excavadas en ella. Originalmente, el castillo fue construido con tapial y posteriormente sus torres y muros, fueron forrados con mampostería en diferentes épocas históricas. De época musulmana, además del tapial interno en los muros, se reconocen los baños, canales de desagüe, el aljibe con pozo, la alberca y el sistema de recogida de agua de lluvia, gran parte de ello excavado en la roca.
Igualmente, son árabes la torre Prieta, la Torre Alta de origen almohade, muros y el foso. Es una lástima que el recinto se encuentre cerrado. La impresionante Torre del Homenaje, consta de cuatro pisos con una altura de 22m, con mazmorra en el sótano y una terraza con sus almenas piramidales y matacanes, su función fue residencial. La Torre Prieta, es una construcción inmensa de forma rectangular y desmochada aunque de sobria solidez sin vanos ni adornos. Tiene tres pisos y es más grande que la del homenaje. Al primer piso se accede por el patio y a la terraza, por el adarve. En la fachada muestra un gran arco apuntado de ladrillo que que sustenta el adarve entre la muralla oeste y la norte. El patio de armas era el elemento vertebrador del recinto y comunicaba las distintas estancias, como la iglesia, la sala de recepciones, el cuartel, la armería, etc. Los baños, inspirados en las termas romanas, con agua fría, templada y caliente.
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