El Alcázar de los alcázares. Lo único que eché en falta de nuestra visita a este magnífico monumento es que hubiera visitas guiadas, no se si es por la reforma que están haciendo o, si es algo normal. Eso sí, al estar de reformas, la entrada es gratuita. El edificio es magnífico, muy bonito, con muchas mezclas de estilos arquitectónicos, sobre todo debido al gran número de veces que ha sido restaurado y reconstruido. De todas las formas es un monumento de los más reconocibles de nuestra geografía, ocupando la cota más alta de la histórica ciudad de Toledo.
El Alcázar de Toledo, también llamado El Real Alcázar de Toledo, es una fortificación civil y militar, de forma cuadrangular de hasta 60m de lado con cuatro grandes torres cuadradas en sus esquinas coronadas con el típico capitel madrileño de pizarra. Dada su situación estratégica, por aquí han pasado infinidad de pueblos desde la antigüedad y aquí se han forjado innumerables hechos históricos que iremos desgranando. Actualmente el edificio acoge el Museo del Ejército y la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Desde aquí, también tenemos unas bonitas vistas del Castillo de San Servando, que no es visitable al ser un hotel.
En el siglo III fue un palacio romano donde se estableció el pretor, convirtiendo el edificio en pretorio. Durante la época visigótica, en el año 568 se estableció la capital del reino de Leovigildo en la Ciudad de Toledo. En las inmediaciones se instalaron "residencias regias" con las consiguiente construcciones eclesiásticas como las "Iglesias Pretorienses", llamadas así al estar cerca del pretorio. Ejemplo de ello es la Iglesia de Santa Leocadia, donde se cree que están enterrados los reyes Wamba y Recesvinto, este último, fue el creador del Fuero Juzgo, el código legal visigodo.
De la era musulmana, destacan las obras de Abd al-Rahman II en 836 y por Abd al-Rahman III en 932 cuando se convirtió en residencia del cadí. En la Baja Edad Media, bajo el reinado de Alfonso VI tras conquistar la ciudad en 1085, construye un nuevo alcázar sobre el ya existente, continuadas las obras por sus sucesores Alfonso VII y Alfonso VIII. Fernando III, también pone su granito de arena embelleciéndolo considerablemente y Alfonso X, que durante su reinado aunó las tres culturas que existían en Toledo (judía, árabe y cristiana), con la famosa Escuela de Traductores de Toledo. Alfonso X, en cuanto al edificio, completa la fachada oriental y construye las cuatro torres cuadradas de las esquinas del monumento.
Durante la lucha por el trono de D. Pedro contra Enrique de Trastámara, el alcázar sirvió de hospedaje a Doña María de Padilla y a los caballeros toledanos fieles a D. Pedro. A partir del siglo XIV, cuando la amenaza musulmana del territorio ha quedado desaparecida al estar la frontera en Andalucía, empezó a utilizarse como morada regia con la dinastía de los Trastámara. Durante esta época, con Pedro I, Enrique I, Juan II y Enrique IV como reyes de Castilla, se hicieron multitud de reformas en el interior del edificio. Posteriormente, los Reyes Católicos acondicionaron la fachada oeste. En 1525, el Rey Carlos I, a su regreso desde Alemania, convocó las Cortes en Toledo y se alojó en el alcázar, donde también discutió con la hermana de Francisco I de Francia, su rescate, ya que estaba prisionero en Madrid.
En 1535, Carlos I, encarga a Alonso de Covarrubias, Francisco de Villalpando y Juan de Herrera la dirección de las obras de modificación del edificio. Diseñaron un edificio compacto y cerrado, organizado en torno al patio rectangular con doble nivel de arcos sostenidos por columnas de estilo clásico con capiteles corintios. Covarrubias, construyó la fachada norte y Herrera la sur. Sobre la puerta, en un alarde de grandeza pusieron un gran escudo imperial, con el famoso águila bicéfala. Impresiona la escalera engrandecida por Villalpando terminada en tiempos de Felipe II. Con toda esta remodelación ordenada por Carlos I, el edificio deja de ser un recinto defensivo para convertirse en lo que es residencia de reyes, sede de un gobierno nacional y, sobre todo para mostrar al mundo el poder real incontestable de los Austrias.
También fue residencia oficial de las reinas viudas Mariana de Austria, viuda de Felipe IV y de Mariana de Neoburgo, viuda de Carlos II. Durante la Guerra de Sucesión sufrió el primer incendio, perpetrado por la fuerzas austríacas en 1710. El arzobispo, Francisco de Lorenzana propone que restaure en 1774 y, una vez restaurado, se instala allí la Real Casa de Caridad. La invasión napoleónica, con los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid, tuvieron una gran repercusión en el alcázar, cuando los franceses lo ocuparon con una gran contingente de hombres y de artillería, y se produjo un segundo incendio en el edificio el 31 de enero de 1810 por causas desconocidas. Este incendio destruyó el monumento toledano casi por completo, tan solo se salvó la estructura principal del edificio. Por suerte, la escalera principal también se libró de sufrir grandes desperfectos. El edificio quedó en ruinas durante años.
La reina Isabel II cedió parte del alcázar para el Colegio de Infantería, lo que propició que se realizaran estudios para reedificar el edificio, pero la revolución de 1854, dio al traste con los planes. No fue hasta el 2 de julio de 1867 cuando comenzaron las obras de reedificación del edificio. Al año siguiente, una nueva revolución destrona a Isabel II y, las obras, aunque no se detienen, avanzan muy lentamente. Tras esta reconstrucción destacan los salones destinados a Cámara Real, el Salón de Honor y, el Salón Mudéjar. El Salón de Honor, tenía pintados en sus techos cuatro momentos históricos de Carlos I: Las entradas en Roma y Túnez, La Batalla de Mühlberg y su entrevista con Francisco I de Francia.
En 1878 se instala en el alcázar la Academia de Infantería de Toledo. Como coronación y finalización de las obras de reconstrucción del edificio, se colocó en el centro del patio una estatua del Emperador Carlos I. Durante el reinado de Isabel II, se instaló en la torre noroeste, un mecanismo telegráfico óptico conectado con Cádiz para enviar y recibir mensajes codificados. Esta línea óptica tenía puntos intermedios en Aranjuez, Ciudad Real, Puertollano, Fuencaliente, Cardeña, Montoro, Córdoba, Carmona, Sevilla, Las Cabezas de San Juan, Jerez de la Frontera, Cádiz y San Fernando entre otros. El funcionamiento de este telégrafo óptico fue breve, desde 1848 a 1857.
En 1887 el alcázar sufrió un nuevo incendio que comenzó en la biblioteca y se extendió rápidamente por todo el edificio, volviéndolo a destruir casi por completo. Durante la Guerra Civil, el General Moscardó utilizó el recinto como punto defensivo y de resistencia de la Guardia Civil y volvió a ser casi destruido por completo por la tropas republicanas y milicianos. El asedio duró setenta días pero no fue conquistado. El 27 de septiembre de 1936 las tropas franquistas llegaron para deshacer el asedio y al día siguiente, el General Franco visitó la instalaciones. La propaganda franquista posterior, convirtió este asedio y la resistencia, en un símbolo del heroísmo durante la guerra. Aun se pueden ver balas perdidas de la Guerra Civil incrustadas en las paredes del alcázar.
A mediados del siglo XX, se procede a su reconstrucción manteniendo el estilo de los arquitectos imperiales que nos lo dejaron como lo podemos ver hoy en día. Se trata pues, de un palacio renacentista de grandes dimensiones con sus cuatro inigualables torres con sus chapiteles de pizarra. Todo el edificio está fabricado en piedra, excepto los entrepaños de la fachada sur que son de ladrillo. Mi impresión personal, muy personal, es que estoy ante un edificio con mucha historia, guerras, incendios, reconstrucciones y demás vicisitudes que han hecho que recibamos en el siglo XXI un monumento sin fecha de construcción porque, esto que vemos ¿De cuando es? ¿Realmente hay algo romano, visigodo, musulmán o algo anterior a Carlos I? Algo de los arquitectos imperiales si que queda, pero casi todo es reconstruido. Es tan bonito, que merece la pena pasarse allí horas. Otra cosa, Toledo es en sí, es una ciudad impresionante, con mucha historia y muchos personajes ilustres como El Greco por poner un ejemplo. No olvidemos que fue capital del reino durante siglos. Yo me he centrado tan solo en el magnífico Alcázar de Toledo.
¡¡Conoce y vive España!!
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