Este castillo, abre tan solo los fines de semana y nosotros fuimos a verlo entre semana, en concreto un miércoles por lo que no pudimos verlo por dentro. El castillo en si, esta bien rehabilitado y reconstruido. Dentro está dedicado, mostrando videos, a Los Comuneros y a la película de El Cid, la de Chalton Heston, ya que aquí se rodaron algunas escenas. De lo que más me ha gustado es que, a pesar de ubicarse en el norte del pueblo, no hay construcciones cercanas que tapen el monumento medieval, por lo que, al llegar, y desde varios kilómetros, ves el castillo en todo su esplendor.
El castillo dada su importancia, es también llamado "El de los Comuneros". Es uno de los castillos vallisoletanos mejor conservados y símbolo de Torrelobatón. Se iniciaron las obras para su construcción en el siglo XII, aunque el grueso de la obra es del siglo XV muy influenciado por la escuela de Valladolid de la que es un claro ejemplo. Como decía, tuvo un protagonismo importante en la Guerra de las Comunidades de Castilla, siendo escenario de una gran victoria de Los Comuneros que asediaron durante ocho días la fortaleza que acabó siendo conquistada. Los daños causados en la contienda, fueron reparados poco después imprimiendo a sus almenas el aspecto tipo buzón que luce en la actualidad.
Desde este Castillo, los comuneros partieron rumbo a Toro y, al ser alcanzados en Villalar por las tropas del emperador Carlos, fueron derrotados y ajusticiados. Las torres del homenaje de los castillos de Medina del Campo, Peñafiel y Fuensaldaña, repiten las proporciones de este castillo. Fabricado con sillería y hormigón, de altos muros, forma un cuadrado con cubos en tres de sus esquinas y en la cuarta, la modélica Torre del Homenaje de 40m de altura, 20m de lado y con muros de 5m de grosor ¡ahí es nada! Completan la torre sus ocho torreones circulares imprescindibles en su labor de vigilancia y defensa de la fortaleza. En la parte oeste quedan restos de una barbacana ya desaparecida. El foso completaba la defensa de la fortaleza. En este caso no es leyenda, sino que existía un pasadizo secreto, estrecho y difícil de encontrar que, desde el foso norte, daba acceso al patio de armas.
El arco de entrada, de medio punto se conserva al igual que el hueco para el rastrillo y las troneras verticales. El aljibe se encuentra extramuros, es de sillería y bóveda de cañón, posiblemente había un pasadizo para poder acceder desde el castillo, aunque no esta comprobado. Hoy es una bodega particular. La torre del homenaje, conta de tres pisos a los que se accedía por una escalera. Las tres plantas tienen bóveda y, se accedía a través de una puerta a media altura de la torre que se comunicaba con el adarve por un puente. Los cimientos son originales de la torre construida por Alfonso Enríquez.
Fue en 1392 cuando Alfonso Enríquez, futuro almirante de Castilla, compra Torrelobatón y consigue el permiso del Rey castellano Juan II para edificar el castillo. Su heredero Fabrique, apoya a los infantes de Aragón contra Juan II y pierde la propiedad que es transferida por el rey a Alonso Pérez de Vivero. Fabrique la recupera en 1455 al regresar del exilio, perdonado por el nuevo rey Enrique IV. Es cuando, aprovechando el castillo existente, construye uno nuevo. Los escudos de la familia Enríquez ocupan un lugar de privilegio en la Torre del Homenaje. La fortaleza siguió vinculada a la familia hasta el siglo XIX.
El castillo formaba parte de muralla defensiva de la villa de la que se conserva una de las puertas en la Plaza Mayor. Durante los años 50 del pasado siglo, el castillo sirvió como almacén de trigo dependiendo del Servicio Nacional de Trigo del Ministerio de Agricultura. Para ello, se destruyeron las dependencias interiores que había en torno al patio. Todavía se conservan las instalaciones para albergar el grano, aunque hoy en día, sin uso. En 2003 la Junta de Castilla y León cede el monumento a Torrelobatón.
¡¡Conoce y vive España!!
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